La Madre de Ciudades, que debe su nombre al apóstol, celebró este jueves 25 de julio su fiesta patronal, a pocos días de conocerse la decisión del Papa Francisco de trasladar la sede primada del país de Buenos Aires a Santiago del Estero, donde en 1570 por primera vez un sucesor de los apóstoles anunció el Evangelio.
En este marco, el elegido arzobispo primado de la Argentina, monseñor Vicente Bokalic CM, presidió las celebraciones patronales en la catedral Nuestra Señora del Carmen.
La Eucaristía fue concelebrada por el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, quien fue obispo auxiliar de Santiago del Estero; el obispo prelado de Cafayate, monseñor Rubén Quintana OAR; el obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola y sacerdotes de la flamante sede primada, junto al padre Eduardo Zatti, franciscano que está en Córdoba.
Refiriéndose al patrono de la diócesis, de la provincia, del seminario Santiago el Mayor y del Museo Histórico Provincial, monseñor Bokalic hizo alusión a las etapas por las que pasó "este trabajador de la época" hasta convertirse en testigo de Jesús.
Al respecto, señaló que "los llamados de Jesús atraen y son capaces de hacernos dejar todo".
"Así empezó la historia de Santiago y Juan, que iban a ser las columnas de esa comunidad junto con Pedro", sostuvo.
"Es un camino el llamado de Jesús, la respuesta que le damos", consideró y planteó que Jesús "cuenta con los defectos humanos".
En ese sentido, monseñor Bokalic también indicó que "Jesús no llama a los ángeles para que lo ayuden, no formó una iglesia de puros, de 'santitos'. En esta Iglesia hay mucho de santidad, mucho de gracia, pero también hay pecado".
A su vez, explicó que "nosotros también estamos llamados a hacer un camino. Lo importante es saber que Jesús es el centro, en él está la gracia, la fuerza, en él está esa vida que nos regala para que no nos quedemos de brazos cruzados".
Volviendo a Santiago, el primado señaló que "es el apóstol, aquel que fue enviado a llevar la buena noticia"; y, refiriéndose al conjunto de los apóstoles, añadió: "Eran libres, estaban apasionados por el Reino y querían compartir la salvación y el amor de Dios. Esta es nuestra misión también hoy, que celebramos a nuestro patrono a esta columna de la Iglesia".
Por eso, invitó a "hacer memoria de aquellos que han sembrado la fe en nuestra vida, que fueron instrumentos para que sintamos que Dios nos ama" y animó a "ser campeones del servicio".
"Ojalá que tengamos ese espíritu: primerear en la caridad, en el servicio, en la entrega, en servir a los pequeños, en ser misioneros. Hoy nos toca con este regalo que tenemos ser también como Santiago, como Mama Antula: llevar el Reino de Jesús especialmente a los que están más lejos", concluyó.