El papa Francisco, al recibir esta mañana en audiencia al cardenal Marcello Semeraro, autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto reconociendo un milagro, ocurrido en Buenos Aires, atribuido a la intercesión de Juan Pablo I.
La niña de 11 años que sufría de "encefalopatía inflamatoria aguda severa, estado maligno refractario epiléptico, shock séptico 'y agonizando'”. El cuadro clínico era muy grave, caracterizado por numerosos ataques epilépticos diarios y un estado séptico de bronconeumonía. La iniciativa de invocar al papa Luciani la tomó el párroco de la parroquia a la que pertenecía el hospital, a quien tenía mucha devoción.
Por tanto, el pontífice veneciano está cerca de la beatificación y ahora solo está esperando saber la fecha, que será establecida por Francisco.
El milagro
Candela Giarda de la ciudad de Paraná de la Argentina, tenía 11 años cuando en el mes de marzo de 2011 contrajo una enfermedad de encefalopatía.
Dada la gravedad del caso, fue trasladada a la ciudad de Buenos Aires y allí fue internada en la clínica de la Fundación Favaloro.
La mamá de Candela, Roxana Sosa, la acompañó durante todos esos meses y asistía a rezar a la parroquia Nuestra Señora de la Rábida cerca de la clínica en la que la niña estaba internada.
Roxana conoció al padre José Ignacio Dabusti, que en ese momento era párroco de la Iglesia y visitaba a los enfermos que estaban en la clínica y allí conoció a Candela.
Estuvo varios meses internada. Se agravó su estado y el 22 de julio, los médicos que atendía a Candela le explicaron que la niña ya no tenía expectativas de vida dada la gravedad de su estado de salud y que no pasaría de esa noche.
Roxana fue a la parroquia a buscar al padre José y a pedirle que fuera a darle una bendición a Candela.
El padre Dabusti fue a la clínica al llegar encontró a Candela en un estado muy grave. El padre José propuso pedirle a Dios por intermedio de Papa Juan Pablo I la curación de Candela.
En ese momento el sacerdote les explicó que desde chico le había tomado un gran afecto al Papa Juan Pablo I y que lo había marcado mucho en su vocación sacerdotal. Luego rezaron todos juntos.
A la mañana siguiente, Candela mostró una ligera mejoría la que fue creciendo a lo largo de los días siguientes. Los médicos y las enfermeras estaban sorprendidos de la mejora.
En el mes de agosto salió de terapia intensiva y en el mes de septiembre de ese mismo año, dejó la clínica y fue trasladada a Paraná donde comenzó su rehabilitación.
Candela debió aprender a comer y a caminar y con el tiempo recuperó también el habla.
Candela Giarda es una joven de 21 años que tiene una vida normal y que ya no requiere tomar medicación alguna. Se encuentra estudiando seguridad e higiene animal en la universidad.
El Papa de la sonrisa
Nació el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale (hoy Canale d'Agordo), en la provincia de Belluno, y falleció el 28 de septiembre de 1978 en el Vaticano. Albino Luciani fue Papa durante sólo 34 días, uno de los pontificados más cortos de la historia. Era hijo de un obrero socialista que había trabajado durante mucho tiempo como emigrante en Suiza. En la nota que le escribió su padre, dándole el consentimiento para entrar en el seminario, se lee: "Espero que cuando seas sacerdote, estés del lado de los pobres, porque Cristo estuvo de su lado". Palabras que Luciani pondría en práctica a lo largo de su vida.
Luciani fue ordenado sacerdote en 1935 y en 1958, inmediatamente después de la elección de Juan XXIII, que lo había conocido como Patriarca de Venecia, fue nombrado obispo de Vittorio Veneto. Hijo de una tierra pobre caracterizada por la emigración, pero también muy viva desde el punto de vista social, y de una Iglesia caracterizada por grandes sacerdotes, Luciani participó en todo el Concilio Ecuménico Vaticano II y aplicó sus directrices con entusiasmo.
Pasó mucho tiempo en el confesionario y fue un pastor cercano a su pueblo. Durante los años en que se discutió la licitud de la píldora anticonceptiva, se pronunció repetidamente a favor de la apertura de la Iglesia sobre su uso, tras haber escuchado a muchas familias jóvenes.
Tras la publicación de la encíclica Humanae vitae, en la que Pablo VI declaró moralmente ilícita la píldora en 1968, el obispo de Vittorio Veneto promovió el documento, adhiriéndose al magisterio del Pontífice. Pablo VI, que tuvo la oportunidad de apreciarlo, lo nombró patriarca de Venecia a finales de 1969 y en marzo de 1973 lo creó cardenal.
Gran comunicador, escribió un exitoso libro titulado "Illustrissimi", con cartas que escribió e idealmente envió a los grandes del pasado con juicios sobre el presente. Concedió especial importancia a la catequesis y a la necesidad de que quienes transmiten los contenidos de la fe se hagan entender por todos. Tras la muerte de Pablo VI, fue elegido Papa. el 26 de agosto de 1978 en un cónclave que duró un día.
Murió repentinamente la noche del 28 de septiembre de 1978. Lo encontró sin vida la monja que le llevaba el café a su habitación cada mañana.
En pocas semanas de pontificado, había entrado en el corazón de millones de personas, por su sencillez, su humildad, sus palabras en defensa de los últimos y por su sonrisa evangélica.
Se construyeron muchas teorías en torno a su repentina e inesperada muerte, con supuestas conspiraciones utilizadas para vender libros y producir películas. Una documentada investigación sobre la muerte, que cierra definitivamente el caso, fue firmada por la vicepostuladora del proceso de beatificación, Stefania Falasca.
La fama de santidad de Albino Luciani se extendió muy rápidamente. Muchas personas le rezaron y le rezan. Muchas personas sencillas e incluso todo un episcopado -el de Brasil- pidió la apertura del proceso que ahora, tras un meditado proceso, llegó a su conclusión.